miércoles, 13 de enero de 2010

Evolución

La mente curiosa de una personilla de doce años me llevó a conocer este blog :

http://paleofreak.blogalia.com/

En un principio supuse que era una página de broma, hecha por un chiflado de los dinosaurios. Luego comprobé que, además de su divertida faceta friqui, el autor se muestra muy interesado y didáctico en lo concerniente al tema de la evolución.

Nadie científicamente competente duda de la evolución de los seres vivos. Es decir, de que mediante un conjunto de transformaciones o cambios a través del tiempo se ha originado la diversidad de formas de vida que existen sobre la Tierra a partir de un antepasado común. Cualquier otro intento de explicar la variedad y adaptación de la vida en este planeta que rechace este hecho no es más que seudociencia. Incluyo, por supuesto, al creacionismo, tan en boga en Estados Unidos.

Lo que está cuestionada no es la propia evolución sino la llamada Teoría de la evolución. Pero eso, en lugar de constituir una debilidad, como dicen los creacionistas y demás ignorantes o interesados, no es más que una muestra de la fortaleza de la ciencia.

Porque la Ciencia se construye a base de elaborar teorías, refutarlas o mejorarlas.

Por poner un símil obvio, nadie duda de que exista la gravedad. Pero la Teoría de la Gravedad newtoniana no sólo es discutida sino que hoy sabemos que es falsa en aspectos relevantes, aunque muy útil como primera aproximación.

De la misma manera, la teoría de la evolución darwiniana (que no fue la primera teoría de la evolución) está desfasada en algunos aspectos y sin embargo, fue la piedra angular de los conocimientos que hoy se tienen sobre evolución.

Un fascinante y conocido ejemplo de evolución lo constituye el falso pulgar del panda.

Los osos pandas descienden de carnívoros y, por tanto, de animales con zarpas en las que la evolución hizo que el movimiento del pulgar fuese muy limitado (aunque a los animales carnívoros de dibujos animados como el león de “Madagascar” se les suela dibujar con pulgares oponibles). Pero el panda es un herbívoro que se alimenta exclusivamente de bambú y para manejar las varas de bambú le hubiese venido muy bien un pulgar para poder agarrarlas. La evolución gastó una pequeña broma al panda: en lugar deshacer el cambio que hizo que una “mano” se transformara en zarpa, dejó el original pulgar atrofiado y, a partir de un hueso de la muñeca, desarrolló un falso pulgar. Sin articulaciones, tosco, pero eficaz para agarrar las varas de bambú.

O sea, una chapuza digna de Pepe Gotera y Otilio.

Pero precisamente el que sea una chapuza, es una clarísima prueba de que la teoría de la evolución funciona. Porque demuestra que no hay un diseño inteligente de las especies sino que la naturaleza toma caminos enrevesados cuando podría haber tomado el camino fácil.

Hace un mes encontré en la prensa otro ejemplo fascinante de chapuza evolutiva .

Resulta que los patos macho son de las pocas aves que tienen pene. La habitual coyunda de las aves se hace mediante la unión de cloacas pero para ello las dos aves deben estar conjuntadas y ponerse de acuerdo para evitar que el esperma se derrame. Pero sucede que los machos de los patos tienen la desagradable costumbre de violar a las hembras y, claro, si esos crápulas sólo tuviesen cloaca, la hembra con un simple movimiento echaría las semillitas de papá al suelo. Por tanto, evolutivamente se impuso la característica de que los patos desarrollaran un pene para así forzar la penetración y la inseminación. Pene que, por cierto, tiene un tamaño tremendo .

La historia no termina ahí: como casi siempre, las hembras terminan ganando. En este caso, desarrollando una vagina en forma de espiral la cual, aunque el macho penetre a la fuerza a la hembra, puede retorcerse lo suficiente para dejar el semen lejos de los óvulos. De hecho se calcula que sólo un 3% de la descendencia de los patos se debe a una violación. Es decir, que en un 97% las hembras deciden quién es el padre de sus hijos.

Pues bien, esto se nos presenta como una maravilla de la evolución cuando en realidad es una pifia monumental. Porque si nos fijamos, toda la historia de los megapenes y vaginas sacacorchos se reduce a que la hembra decide quién la fecunda. Exactamente igual que hacen el resto de las aves sin necesidad de montar numeritos de porno bizarro .

Pero, insisto, precisamente en lo estrambótico del falso pulgar del panda o de la cópula de los patos se halla el hecho de que los seres vivos evolucionan mediante adaptaciones que surgen de cambios en principio azarosos. Lo que, para mí, causa mayor asombro, que cualquier extravagante teoría que diga que los dinosaurios se ahogaron con el diluvio universal porque no cabían en el arca de Noé.

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