martes, 28 de abril de 2009

Dinosaurios

El día en que la gripe porcina empezó a extenderse por Europa, el día en que Sarkozy acompañó a Carla Bruni a España, el día en que Raúl acercaba al real Madrid al Barcelona, el día en que la SGAE pretendía una vez más piratearnos, la noticia más importante para miles de personas no fue ninguna de estas:


Se nos reconoce rápidamente: si echaran por televisión "Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra" miraríamos a los dinosaurios y no a Raquel Welch; en una juguetería se nos encontrará admirando las figuras de esos animales y discutiendo si son realistas o una torpe imitación; en "Parque Jurásico" aplaudimos a cada nueva aparición de un bicho.

Nos preguntamos si serían como nos los imaginamos; qué colores tendrían; si cantarían o tendrían plumas.

Tenemos que cambiar continuamente nuestra manera de entenderlos: ayer escamosos animales de sangre fría, hoy plumíferos y ágiles cual gorrioncito.

Nos enfadamos cuando alguien llama dinosaurio a lo que no es; nos ponemos pedantes e insistimos en que ningún dinosaurio fue marino ni volador.

Preferimos llamar smilodon al tigre dientes de sable aunque siempre miraremos a esos mamíferos extintos como animales de segunda fila comparados con nuestros amigos del Cretácico.

No distinguimos marcas de coches pero sí diplodocus de braquiosaurios. Nos paramos en las librerías y ojeamos libros buscando ilustraciones.

Cuando vamos a un museo de historia natural, fotografiamos con paroxismo sus esqueletos.

Sus cráneos nos impresionan más que las gárgolas de Nôtre Dame y la garra del velociraptor nos asusta más que la navaja del atracador de la esquina.

Tratamos de expandir nuestra afición pero nunca funciona con las mujeres.

Somos unos incomprendidos y no nos importa mientras haya una noticia en el periódico que nos haga soñar otra vez con ellos.

Leyendas urbanas


La noticia más leída de El Mundo Digital el día 8 de Abril fue una titulada "¿Ha muerto Jordi Hurtado?". Dejando aparte lo sensacionalista del titular, el motivo de la noticia es que ha habido un simposio en Valencia sobre leyendas urbanas, en el cual se han hecho eco de la última de moda: Jordi Hurtado está muerto desde hace tiempo. Cuando lo he visto me ha parecido increíble que algo así pueda tener verisimilitud, pero resulta que el bulo lleva años dando vueltas, ver por ejemplo aquí.

¿Quién no se ha visto envuelto alguna vez en una leyenda urbana? Me parece fascinante ese modo de comenzar una historia, hacerse una bola cada vez más grande, para al final pasar a ser una realidad conocida. Al saber que ha habido un simposio sobre el tema, me he decidido a hacer un poco de memoria.

Tenemos algunas muy conocidas: Elvis vive. Por supuesto hay datos para demostrarlo, números mágicos, soluciones a los problemas legales y testigos que lo han visto o fotografiado.

Los extraterrestres circulan por aquí, hay evidencias y contactos con líderes mundiales que se nos ocultan. Estas leyendas incluyen la llegada del hombre a la Luna (de ahí las imágenes trucadas que hacen que parezca que fue un montaje, para borrar las construcciones que hay allí), y por supuesto las pirámides de Egipto y Mayas, pruebas en sí mismas.

Lo del asesinato de Kennedy coleará siempre, pero como ya se ha hecho una película y además va estando antiguo, tenemos una nueva versión: ¿Quién mató a Lady Di?

Existen numerosas leyendas acerca de la Coca-Cola, empezando por una que yo me he creído hasta que hoy mismo: ¡Resulta que su fórmula no es secreta!. Además todo el mundo sabe de buena tinta que es capaz de descomponer un filete en 10 minutos y que desatasca las tuberías.

Con la aparición de internet y la posibilidad de los correos cadena tenemos los secuestros y drogas para estirpar órganos, cómo marcando el pin al revés en un cajero hace una llamada de SOS a la policía o aquél de se necesita sangre urgente A- en un hospital de Valencia. Estas historias tienen una carácterística especial y es que no pasan de ser ciber-bulos a ser verdaderas leyendas urbanas.

Algunas leyendas urbanas se inician con el objetivo claro de desprestigiar a alguien. Resulta que los miembros de La Oreja de Van Gogh declararon en el programa de Pedro Ruíz ser simpatizantes de ETA y donar parte de sus ganancias a esa agrupación. Pero nadie ha visto el programa y no está en los archivos. ¿No recuerda esto a nadie cierto episodio del perrito Ricky Martin y la mermelada?.

Por último uno de mi cosecha que ha circulado por Salamanca meses. Una pareja de mediana edad va de paseo, y al pasar por delante del bazar de los chinos la mujer entra a por un recado mientras el marido la espera fuera. Espera, espera, la mujer no sale, ya preocupado entra. Los chinos le dicen que no ha entrado nadie con sus características. El hombre insiste, monta un escándalo, la gente se arremolina y llama a la policía. Los chinos se asustan al verlo, llega la policía y descubren que habían drogado a la mujer y la tenían escondida en la trastienda para a saber qué oscuros fines.

El bazar al que se refiere la leyenda existe en la realidad pues es uno concreto. No ha cerrado ni ha estado clausurado ni un día. Supongo que el miedo a otras razas y la competencia que hacen este tipo de establecimientos hacen que el bulo tenga un buen caldo de cultivo, y mucha gente culta sigue jurándote que la historia es real. Mi compañero X tiene un primo policía que sabe que es de buena tinta.

La verdad es que cuando vi la noticia creí que el simposio podía ser una leyenda urbana, pues me pareció increíble que el tema diera para tanto y por ello pensé en ver si tenía suficiente para un artículo. Y me parece que va a ser cierto, porque resulta que sí que me lo ha dado.

PD: La imagen de este artículo desmonta otra leyenda urbana muy extendida, ¿alguien se había dado cuenta?

lunes, 27 de abril de 2009

Derechos que son deberes (J.F.H.)



España es un país lo suficientemente rico como para poder extender, con cierta dignidad, el derecho a la educación a todos sus ciudadanos.
Por mucho que los informes PISA se encarguen de colocarnos en el furgón de cola, lo cierto es que cualquier ciudadano español en edad escolar tiene la oportunidad de ir a una escuela o instituto sin dificultades. Lo que no es poco, teniendo en cuenta que en la mayoría del mundo, acceder a un pupitre es privilegio de minorías.
Lamentablemente, como casi siempre, algunos abusan de ese derecho olvidándose de que todo derecho acarrea algunas obligaciones.
J.F.H tiene dieciocho años y está matriculado en Cuarto de ESO. Yo lo conozco desde los doce años, cuando empezó el instituto. Salvo hacer la puñeta a los profesores, procurar pasárselo bien e inventar excusas a sus padres para que creyeran que hacía algo, dudo mucho que el haya hecho esfuerzo alguno durante seis años. Las veces que ha pasado curso ha sido mediante lo que en la jerga de enseñanza se conoce "por imperativo legal".
Esta curiosa figura educativa implica que si colocamos a un niño de doce años en un pupitre y lo matriculamos en 1º de ESO, tarde o temprano, aunque no haya hecho absolutamente nada durante años, años y años, acabará en Cuarto de ESO. Estrictamente hablando, ni la presencia del alumno es necesaria. Podríamos limitarnos a matricularlo y, poco a poco, aunque ni los profesores lo hubiesen visto nunca, llegaría a Cuarto de ESO.
J.F.H. hace dos años que terminó su etapa de escolarización obligatoria; podía llevar esos dos años buscando trabajo. Pero no: J.F.H: está en Cuarto de ESO haciendo exactamente lo mismo (es decir, casi nada) que los últimos seis años de su vida.
Mentiría si dijera que a veces J.F.H. no es capaz de hacer algo. Seis años ocupando un pupitre hace que, siquiera por aburrimiento, haya adquirido alguna destreza. Es capaz, incluso de aprobar algún examen con la condición de que no requiera estudiar. Pero él sabe perfectamente que terminará Cuarto de ESO sin posibilidad de titular y habiendo desperdiciado, como mínimo, los dos años extra que ha estado en el instituto y en los que podría haber estado trabajando.
Pero no hay que engañarse: quien es incapaz de hacer unas elementales tareas de Historia es incapaz de buscar trabajo y de trabajar en algo. Esos trabajos requieren sudar y se está mucho mejor en clase donde con otros como él pueden montar su tertulia y, si hay suerte, colaborar a que los que tienen algún interés, se conviertan en burros de solemnidad como él.
Ahorrémosnos discursos lacrimógenos acerca de J.F.H. No se trata de un muchacho que provenga de un hogar disgregado (pues precisamente esos son los que antes abandonan el instituto y buscan trabajo). Sus padres son perfectamente corrientes, aunque se me escapa la razón por la que prefieren tenerlo perdiendo el tiempo a intentar buscarse la vida.
La culpa, dirá alguien, quizá sea de los profesores que no hemos sabido motivarlo. Pero son los mismos profesores que han colaborado a que su hermana sea una alumna brillante. Los mismos que tiene que aguantar su estulticia día tras día y agradeciéndole que, al menos, no sea particularmente maleducado.
Mañana, J.F.H. volverá a coger una mochila llena de libros vírgenes y de libretas en blanco. Se sentará y dejará pasar el tiempo: treinta horas a la semana. Unas 1.200 horas al año. Unas 7.000 horas de tiempo perdido en el instuto.
Acordémonos de J.F.H. cuando vuelvan a salir los resultados del informe PISA. Porque otros como él harán este año esa prueba en mi instituto.


miércoles, 22 de abril de 2009

Soluciones críticas


Notición. Y no se trata de una encuesta, nonono, es el conteo de intervenciones quirúrgicas realizadas realmente. La crisis ha disparado en número de vasectomías realizadas. Son datos USA y hay mucho trabajador del sector financiero. Aquí la noticia. Por cierto, interesante el título del blog en el que se publica. No da crédito, como los bancos.

El tono del artículo es muy bueno y me lo pone difícil, pero voy a intentarlo con otro punto de vista. Resulta que como hay crisis los economistas deciden que tener hijos no es una buena idea. Para ello recurren a un método anticonceptivo muy difícil de revertir.

¿Qué quiere decir? Pues que como siempre, acostumbrados a aplicar al largo plazo soluciones pensadas para el corto. El año pasado echaron un hijo al mundo sin pensarlo. Este año cortan por lo sano (ejem) en vez de tirar de gomita hasta mejores tiempos.

Así estamos funcionando en realidad todos. Hace un año en campaña íbamos para el pleno empleo y no se proponía ninguna medida anticrisis. Ahora se toman medidas para arreglar el corto plazo, ayudas a los bancos, aumento del periodo de prestación de desempleo, pero no veo ninguna para cambiar el modelo de país a uno que no dependa de una gallina de los huevos de oro que ya hemos matado, desplumado, despiezado, aliñado y devorado. Hace dos años comprábamos con el dinero de nuestros nietos una casa muy por encima de nuestras posibilidades. Ahora los funcionarios ahorran en vez de ir de vacaciones porque como hay crisis, pues porsiacasoyaves. Y así todo.

Otra cuestión es la de los sobresueldos o sueldos negros en época de crisis buscados por las féminas. Aunque la verdad es que es para planteárselo. Me imagino a la Mary con un manos libres con micro a la oreja, estilo Madonna en concierto, planchando o fregando el suelo a 80 céntimos por minuto. Que con lo que cuestan las tareas del hogar ni los gemidos tendría que trabajarse. Y es que parece que los vasectomizados ahorran del niño pero no de sus "necesidades como hombres". No sé qué es más triste, si que una mujer se tenga que plantear recurrir a ese extremo o que un hombre no se quiera plantear ese ahorro. Porque lo primero es un problema a corto plazo, mientras que lo segundo ha sido, es y será por siempre un modo de esclavitud.

sábado, 18 de abril de 2009

Profesionales




Hace unos días vi por primera vez la película “El abrazo de la muerte” (1948). Pese a la fama que le precede, la consideré inferior a otras del mismo género. No pudo dejar de hechizarme, sin embargo, la recreación de una barra de bar y un personaje muy muy secundario.

En un momento de la película se planea un atraco y se recurre a la presencia de un experto en planificación. En dos pinceladas demuestra ser lo que yo llamo, en mi particular jerga cinematográfica, un profesional.

Una película de profesionales es, según mi propia definición, aquella en la que una o varias personas muy cualificadas planean una acción y tratan de ejecutarla.
Esa acción puede ser, por ejemplo, un atraco :“La jungla de asfalto” (1950), “Atraco perfecto” (1956); rescatar a una mujer secuestrada: “Los profesionales” (1966); asesinar a De Gaulle: “Chacal” (1973); fugarse de una cárcel, campo de concentración o zoológico: “La gran evasión” (1962), “Fuga de Alcatraz” (1979), “Madagascar” (2005) ; librar a un pueblo de unos malhechores: “Los siete magníficos” (1960) [aunque sólo seis eran profesionales]; cazar animales : “Hatari” (1962); cocinar un plato : “Ratatouille” (2007); guiar una expedición : “Mogambo” (1953), etcétera.

A diferencia de los amateurs, los profesionales planifican y conocen perfectamente la tarea que realizan. Suele causar pasmo su precisión y conocimiento y aunque muchas veces su actividad se relacione con el delito, no podemos sino sentir admiración y desearles éxito en su cometido; todos querríamos, en un momento de apuro, tener a nuestro lado al Señor Lobo, “Pulp fiction” (1994), para que nos sacara las castañas del fuego. Y siempre será mejor tener al resolutivo sheriff John T. Chance, “Río Bravo” (1959), que al apocado y dubitativo sheriff Kane, “Sólo ante el peligro” (1952).

En la mayoría de los casos, cuando un grupo de profesionales se reúnen, cada uno tiene una función distinta. La división de tareas, la especialización, suele ser la norma. En “La gran evasión” hay quien fabrica documentos, corta trajes, hace túneles…
En un atraco está el experto en cajas fuertes, el conductor, el matón…
¡ Hasta los pingüinos de “Madagascar” se especializan!

Lo bonito,para el espectador de que en una película aparezcan especialistas es que sabe que terminarán usando sus habilidades para ayudar al grupo. Eso, o el guionista es un botarate.
No defraudan el especialista en lanzar flechas en “Los profesionales” ni el especialista en conseguir objetos , “Cadena perpetua” (1994) ni el especialista en contabilidad de la misma película (que deviene en especialista en otra cosa que no diré para no arruinar la función).
No siempre el objetivo se cumple: el fracaso es frecuente en estas tareas. Sobre todo si el código Hays impide que los malos consigan su objetivo al final de la película.

El fracaso raramente se produce por impericia o falta de preparación de los profesionales. Puede deberse al azar ( “La jungla de asfalto”), a la torpeza de algún amateur metido en el proyecto (“Atraco perfecto”), a lo dificilísimo del objetivo (“La gran evasión”), a la pericia de los profesionales rivales (“Chacal”).
No hay nada peor para el profesional que el amateur. El Señor Lobo casi deja en la estacada a sus clientes por la falta de motivación de estos; el teniente Colombo juega al ratón y al gato con asesinos amateurs que se creen demasiado listos.
Y, no lo duden, un profesional dará su vida por tratar de demostrar que lo es: lo hace Chacal y lo hace Mr Memory , “39 escalones” (1935).
Nada que ver con los fontaneros de las páginas amarillas.

lunes, 13 de abril de 2009

Obituario


Ha sucedido siempre, durante el siglo de Oro en España, por ejemplo: Había escritores del pueblo y escritores cultos.

Como dramaturgo del pueblo se puede tomar a Lope de Vega. Escribió más de 300 comedias y la mayoría fueron un éxito en los teatros de la época. Vistas con perspectiva muchas tienen un denominador común y en ellas se adivina la búsqueda del éxito fácil, de aquello que él sabía que triunfaba. Lo que no quita que muchas sean obras maestras.


Podemos escoger como ejemplo de autor culto de la época a Luis de Góngora. Buscó la excelencia, la innovación y adelantarse a su tiempo. Utilizaba palabras muy modernas y extrañas para el 1600, trataba sobre temas elevados que no comprendía el pueblo llano y hoy en día sus sonetos se consideran como unos de los mejores de nuestra literatura.

Góngora despreciaba a Lope de Vega y a Quevedo por considerarlos oportunistas y zafios. La facción de Quevedo despreció a Góngora y los suyos por estirados y creídos. Entre ellos hubo luchas feroces tanto en lo literario como en lo real. Para el pueblo no hubo color, y la Historia reconoce a todos.

En la época actual, probablemente Góngora recibiría subvenciones del Ministerio de Cultura y Lope llenaría los cines. La cuestión es que personalmente no creo que ni las obras de González-Sinde ni las de Santiago Segura pasen a la Historia.

Pero estaba hablando de literatura y no quiero desviarme.


...


Sus novelas se prestaban de mano en mano en las piscinas entre las adolescentes de los años 60, en su pleno derecho de uso de copia privada. Si bien se retiró hace tiempo, su estilo y temática para novelar sigue teniendo éxito, basta ver las ventas de las obras de su alter ego de habla inglesa, Danielle Steel (o si se entiende mejor así, la fuente plagiada por Ana Rosa Quintana). Tampoco creo que pase a la Historia, aunque es posible que sí lo haga su estilo como tipo de novela popular. Y es que sólo un escritor de habla hispana ha vendido más que ella, y es nada menos que Miguel de Cervantes, esto en un país en el que el otro día oí a un joven con el título en enseñanza media decir sin pestañear que sólo había leído un libro en su vida y que no creía que leyese más. Es despreciada por los autores cultos y los lectores guays, pero es probable que, gracias al hábito de coger un libro rosa, más de uno (en este caso probablemente sea más de una) a continuación se haya animado con Ágatha Christie, o luego con el best seller del momento para leerlo en el metro, y le ha ido cogiendo el gustillo y se ha perdido la semifinal del Gran Hermano porque la novela estaba interesante. Y es que al final es importante que la gente lea y descubra otros mundos.


Descanse en Paz, Corín Tellado.

viernes, 10 de abril de 2009

Derechos que son deberes (Arancha Quiroga)


Es habitual el discurso del abuelo cascarrabias recordando que en sus tiempos todo eran deberes y que ahora, que casi todo parecen derechos, nadie asume responsabilidad sobre nada. Independientemente de la veracidad del desahogo, que seguro desde Séneca se viene sucediendo generación tras generación, mi reflexión va por otro lado, quizá paralelo al anterior.
La mayoría de los derechos, quizá duramente adquiridos, una vez ejercidos llevan adjuntos una carga de deberes. Y ahí es donde muchas veces fallan los que ejercen esos derechos: en la incapacidad de ver más allá, de no saber que nada es gratis, que lo que uno disfruta debe ser a costa de pérdidas en otros aspectos.
Arantza Quiroga ha sido elegida presidenta del parlamento vasco. Estaba en su derecho: el pueblo la ha votado para diputada y varios partidos han apoyado su candidatura para presidir el órgano legislativo de esa autonomía. Pero ocurre que Quiroga no sabe hablar vasco.
Es decir, la señora Quiroga presidirá un parlamento en que sus diputados tienen perfecto derecho a expresarse en vasco pero ella será incapaz de entenderlos. Quizá sea esa la mejor opción: no entender lo que muchos políticos dicen, pero parece, en cualquier caso, una carencia importante en el currículo de la presidenta.
Diciéndolo de una manera más demagógica (de la forma que a Milady tan poco le gusta) la presidenta del parlamento vasco tiene una carencia educativa que, sin embargo, en esa comunidad se le exige a los graduados de Educación Secundaria.
No seré yo la que le niegue el derecho a Quiroga a no hablar vasco (aunque su peripecia vital no le habría impedido aprenderlo) pero creo que ciertos cargos requieren ciertos deberes.
Aunque, si son políticos, parece que sólo tienen derechos. Por ejemplo, el de no entender a sus conciudadanos cuando ejercen su derecho a hablar en la lengua de la comunidad. O el de no escucharles, que es lo que hace la mayoría.

miércoles, 8 de abril de 2009

Pasar o jugar



Es casi imposible encontrar una habitación individual a precio decente en un hotel. Todas las ofertas de viajes están dirigidas a parejas.

El mundo no está hecho para los diferentes que prefieren o tienen sin preferirlo que estar solos.

A pesar de los avances, vivir en una silla de ruedas sigue siendo una heroicidad de la que la muchos toman conciencia cuando tienen que moverse con el cochecito de su bebé. Hay escalones, no hay ascensores, no hay sitio en los autobuses.


El mundo está hecho para los sanos.


Todos los objetos están pensados para diestros. La mayoría de la población no se da cuenta de que casi todo lo que toca está en el lado correcto.

El mundo está hecho para las mayorías.

Pero hay gente a la que no le da miedo estar sólo si es a cambio de no estar mal acompañado y se busca la vida en viajes organizados para singles. Personas que viven una vida plena saliendo adelante tras un accidente. Ahí está Rafael Nadal que siendo diestro decidió jugar al tenis con la izquierda y ahora hasta Roger Federer dice que ójala hubiese sido él zurdo...

Por el mundo pasan los normales y triunfan los valientes.

miércoles, 1 de abril de 2009

Economías


Para los ignorantes como yo existen dos tipos de economía. Supongo que tienen un nombre definido, o igual no, puesto que lo que para mí son economías distintas, para los más entendidos pueden ser la misma. A una de ellas la llamo economía real; a otra, economía virtual.
Como siempre en estos casos, lo mejor es referirse a autores reconocidos y, ya que a “El capital” de Marx últimamente poca gente parece hacerle caso y, además, está desfasado, refirámonos a otra obra cumbre de la economía.
Me refiero, como habrán podido adivinar, a la película “Pretty Woman”.
Pensemos en Vivian , la chica protagonista. Desde un punto de vista económico, ella tiene un producto que ofrecer: ella misma. Sobre esa base negocia el qué, el cómo, el cuándo y el cuántos. Existe la mercancía, existe la necesidad y sobre esa base monta su negocio.
Aunque nunca olvida que se trata de su negocio, tras sus facturaciones, requisitos y regateos existe una ética.
En definitiva, se trata de una noble representante del mundo de la economía real: aquel en el que empresarios o trabajadores ofrecen un producto que se puede usar, tocar (no, no voy a hacer un chiste fácil) y que cubre una necesidad.
El otro protagonista de la película es Edward. Wikipedia lo describe como hombre de negocios. No como constructor de casas, de ordenadores; no como cocinero, sastre, pescador, camello o cualquier otro integrante de la economía real. Edward es un hombre de negocios.
Y como Vivian no sabe a qué se decida un hombre de negocios, le pregunta. Básicamente Edward se dedica a comprar empresas de economía real en crisis, trocearlas, vender los cachitos y ganarse una pasta con el dividendo resultante haciendo falso aquel axioma de que el todo es mayor o igual que la suma de las partes.
Edward no produce nada y cuando vemos los tejemanejes a los que con habilidad se dedica para quedarse con la empresa del anciano James Morse, no podemos sino imaginarnos a los buitres sobrevolando alrededor de un hermoso caballo salvaje agonizante.
El trabajo de Edward produce asco y tan sólo puede justificarse desde el punto de vista de beneficio.
Edward es un representante exitoso de la economía virtual. Como lo son los brokers o premios Nobel de Economía incapaces de predecir las crisis hasta que han sucedido.
La película tiene un final feliz para Edward: renuncia a la economía virtual y aunque compra la empresa de James Morse, lo hace para fabricar barcos. Cosas que se pueden ver, tocar y que cubren una necesidad.
Pero es que Pretty Woman es un cuento de hadas.

Postdata.- Me entero que mañana hay huelga de autobuses en Murcia. Los trabajadores protestan porque la empresa no les paga un incremento al que previamente se comprometió. La empresa dice que no tiene ese dinero: que lo invirtió en bolsa y ha tenido pérdidas.
La economía virtual se mezcla con la economía real. Y, como el “Pretty Woman”, la primera jode a la segunda (Esta vez no he podido resistir la tentación del chiste fácil).