Una compañera de trabajo con un viaje planeado a un concierto (su entrada comprada, su alojamiento , transporte, etcétera) se encontró el otro día con la desagradable sorpresa de que había sido elegida miembro de una mesa electoral.
Parecido le ocurre a un pariente mío, que debe estar en una mesa el mismo día de la comunión de su sobrina.
Ante hechos semejantes, me permito lanzar una propuesta para tratar de paliar algo esos incordios.
Se trataría de abrir una lista de voluntarios para formar parte en mesas electorales. En cada elección, a las primeras personas a las que se recurriría sería a estos voluntarios.
Además (y ahí creo que es la posible idea feliz de mi propuesta) una persona no voluntaria que haya sido designada miembro de una mesa electoral podría negarse a formar parte de la mesa si con anterioridad ya ha formado parte de una mesa como voluntario.
Por supuesto ese privilegio sería válido para una sola vez; para poder volver a usar ese privilegio sería necesario presentarse nuevamente como voluntario y formar parte de una mesa.
Parecido le ocurre a un pariente mío, que debe estar en una mesa el mismo día de la comunión de su sobrina.
Ante hechos semejantes, me permito lanzar una propuesta para tratar de paliar algo esos incordios.
Se trataría de abrir una lista de voluntarios para formar parte en mesas electorales. En cada elección, a las primeras personas a las que se recurriría sería a estos voluntarios.
Además (y ahí creo que es la posible idea feliz de mi propuesta) una persona no voluntaria que haya sido designada miembro de una mesa electoral podría negarse a formar parte de la mesa si con anterioridad ya ha formado parte de una mesa como voluntario.
Por supuesto ese privilegio sería válido para una sola vez; para poder volver a usar ese privilegio sería necesario presentarse nuevamente como voluntario y formar parte de una mesa.
Mi propuesta parece factible, aunque requiera cierto papeleo extra para todo los implicados, porque una persona que no ejerza de voluntario no pierde ningún derecho ni obligación. Es más, si la masa de voluntarios es suficientemente grande, posiblemente disminuyan sus probabilidades de ser elegido.
Respecto a si existirá esa cantidad de voluntarios, yo creo que sí la habría. Hay gente pa to, que decía el torero. Sin contar con los que prefieren asegurarse en un futuro unas elecciones libres de formar parte de la mesa, siempre hay personas curiosas o deseosas de formar parte del proceso electoral.
Me parece que es una idea a plantear, más que nada porque no se pierde nada y los voluntarios que salgan, sean pocos o muchos, bienvenidos sean. Pero opino que no habría apenas voluntarios, del mismo modo que el ejército voluntario no cubre plazas. Hay gente pa' to' y alguno habría, pero creo que sería residual, ya que es un trabajo mal pagado en un día festivo, y hacer cosas "por la patria" ya no está de moda ni por curiosidad.
ResponderEliminarPero creo que tengo una propuesta mejor: Propongo que sean mesa electoral los parados. Los parados están ya cobrando un sueldo del estado, no tienen nada que hacer durante la semana y no hay que pagarles el día semilibre del día siguiente. Pedir una mínima contraprestación digamos laboral por realizar una tarea útil para su pagador me parece justo y además ayuda económicamente a su país, evitando el estrés a los trabajadores de perder el día de asueto.
La idea de los parados podría estar bien aunque me parece de difícil engarce legal.
ResponderEliminarPorque mi idea parte de una voluntariedad y la de usted de una obligatoriedad.
Por cierto, mi compañera se ha librado de la mesa electoral: le ha valido presentar el billete de avión sacado en fecha anterior a su llamamiento.
Yo estoy de acuerdo con la propuesta del voluntario, seguramente haya mucha gente a la que no le importe perder un domingo y sacarse un dinerillo extra (estudiantes, parados, jubilados...). Gente a la que no le supone nada perder un domingo y a la que le puede venir muy bien el cheque al final del día
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