Hoy hace seis años a las 8 menos veinte salía mi tren para mi trabajo, como todos los días.
A las 8 menos cuarto seguía parado en la estación de Pirámides, algo muy extraño. Subieron varios guardias de seguiridad que empezaron a inspeccionar todos los rincones. Preguntamos si había pasado algo. La respuesta fue que había habido una bomba en Atocha. Entonces nadie imaginó lo que fue ni lo que sería.
A las 8 menos diez desalojaron el tren en la estación de Pirámides. Aún era pronto para que hubiera caos. Salí y cogí un taxi. Desde él llamé a casa para tranquilizar a mi marido antes aún de que se hubiese puesto nervioso. Menos mal que lo hice, 15 minutos después ya no hubo cobertura durante horas.
Llegué a mi trabajo en Mendez Álvaro a las 8 de la mañana. Desde el ventanal se veía el tren destrozado. Había estado tan sólo un tren detrás, pero sólo en ese momento medí la magnitud de lo ocurrido.
2 días después estuve dos horas en la calle bajo la lluvia. Aún no se había contaminado nada, y éramos más de un millón, sin discrepancia de cifras por una vez, calándonos en silencio.
11 de Marzo de 2004. Queda el recuerdo de un día que no olvidaré fácilmente.
A las 8 menos cuarto seguía parado en la estación de Pirámides, algo muy extraño. Subieron varios guardias de seguiridad que empezaron a inspeccionar todos los rincones. Preguntamos si había pasado algo. La respuesta fue que había habido una bomba en Atocha. Entonces nadie imaginó lo que fue ni lo que sería.
A las 8 menos diez desalojaron el tren en la estación de Pirámides. Aún era pronto para que hubiera caos. Salí y cogí un taxi. Desde él llamé a casa para tranquilizar a mi marido antes aún de que se hubiese puesto nervioso. Menos mal que lo hice, 15 minutos después ya no hubo cobertura durante horas.
Llegué a mi trabajo en Mendez Álvaro a las 8 de la mañana. Desde el ventanal se veía el tren destrozado. Había estado tan sólo un tren detrás, pero sólo en ese momento medí la magnitud de lo ocurrido.
2 días después estuve dos horas en la calle bajo la lluvia. Aún no se había contaminado nada, y éramos más de un millón, sin discrepancia de cifras por una vez, calándonos en silencio.
11 de Marzo de 2004. Queda el recuerdo de un día que no olvidaré fácilmente.
Yo estaba dando clase. En los recreos nos enterábamos de las noticias.
ResponderEliminarComo ya me pasó con el 11-S no aprecié en su momento la magnitud de lo ocurrido. Suena extraño decirlo ahora pero así fue.
No es lo mismo vivirlo muy cerca que verlo de lejos. Sin ir al 11-S, los mismos terroristas en el piso de Leganés un mes después me pillaron en Salamanca y no se vive igual.
ResponderEliminarEn cualquier caso, tengo que decir que a mí el 11-S me impactó muchísimo. Recuerdo llegar a casa por la tarde y poner la tele de nuevo, ví la torre caerse en directo porque no podía despegarme del televisor.
Yo estaba "ociosa" en las dos ocasiones y ambas me engancharon al televisor.
ResponderEliminarDel 11-M nos enteramos por una llamada tranquilizadora antes de saber nada, y el 11-S Matías abrió el telediario con una avioneta que había impactado contra una de las Torres Gemelas. Luego todo en directo.