sábado, 18 de abril de 2009

Profesionales




Hace unos días vi por primera vez la película “El abrazo de la muerte” (1948). Pese a la fama que le precede, la consideré inferior a otras del mismo género. No pudo dejar de hechizarme, sin embargo, la recreación de una barra de bar y un personaje muy muy secundario.

En un momento de la película se planea un atraco y se recurre a la presencia de un experto en planificación. En dos pinceladas demuestra ser lo que yo llamo, en mi particular jerga cinematográfica, un profesional.

Una película de profesionales es, según mi propia definición, aquella en la que una o varias personas muy cualificadas planean una acción y tratan de ejecutarla.
Esa acción puede ser, por ejemplo, un atraco :“La jungla de asfalto” (1950), “Atraco perfecto” (1956); rescatar a una mujer secuestrada: “Los profesionales” (1966); asesinar a De Gaulle: “Chacal” (1973); fugarse de una cárcel, campo de concentración o zoológico: “La gran evasión” (1962), “Fuga de Alcatraz” (1979), “Madagascar” (2005) ; librar a un pueblo de unos malhechores: “Los siete magníficos” (1960) [aunque sólo seis eran profesionales]; cazar animales : “Hatari” (1962); cocinar un plato : “Ratatouille” (2007); guiar una expedición : “Mogambo” (1953), etcétera.

A diferencia de los amateurs, los profesionales planifican y conocen perfectamente la tarea que realizan. Suele causar pasmo su precisión y conocimiento y aunque muchas veces su actividad se relacione con el delito, no podemos sino sentir admiración y desearles éxito en su cometido; todos querríamos, en un momento de apuro, tener a nuestro lado al Señor Lobo, “Pulp fiction” (1994), para que nos sacara las castañas del fuego. Y siempre será mejor tener al resolutivo sheriff John T. Chance, “Río Bravo” (1959), que al apocado y dubitativo sheriff Kane, “Sólo ante el peligro” (1952).

En la mayoría de los casos, cuando un grupo de profesionales se reúnen, cada uno tiene una función distinta. La división de tareas, la especialización, suele ser la norma. En “La gran evasión” hay quien fabrica documentos, corta trajes, hace túneles…
En un atraco está el experto en cajas fuertes, el conductor, el matón…
¡ Hasta los pingüinos de “Madagascar” se especializan!

Lo bonito,para el espectador de que en una película aparezcan especialistas es que sabe que terminarán usando sus habilidades para ayudar al grupo. Eso, o el guionista es un botarate.
No defraudan el especialista en lanzar flechas en “Los profesionales” ni el especialista en conseguir objetos , “Cadena perpetua” (1994) ni el especialista en contabilidad de la misma película (que deviene en especialista en otra cosa que no diré para no arruinar la función).
No siempre el objetivo se cumple: el fracaso es frecuente en estas tareas. Sobre todo si el código Hays impide que los malos consigan su objetivo al final de la película.

El fracaso raramente se produce por impericia o falta de preparación de los profesionales. Puede deberse al azar ( “La jungla de asfalto”), a la torpeza de algún amateur metido en el proyecto (“Atraco perfecto”), a lo dificilísimo del objetivo (“La gran evasión”), a la pericia de los profesionales rivales (“Chacal”).
No hay nada peor para el profesional que el amateur. El Señor Lobo casi deja en la estacada a sus clientes por la falta de motivación de estos; el teniente Colombo juega al ratón y al gato con asesinos amateurs que se creen demasiado listos.
Y, no lo duden, un profesional dará su vida por tratar de demostrar que lo es: lo hace Chacal y lo hace Mr Memory , “39 escalones” (1935).
Nada que ver con los fontaneros de las páginas amarillas.

1 comentario:

  1. Interesante lista de películas por ver que me queda tras leer el artículo... Más o menos la mitad.

    ResponderEliminar

________________________________________________________
¿Qué opinas sobre el artículo de hoy?